El trabajo de un trabajo

Hace tiempo, cosa de seis años, quedé desempleada. Me pidieron mi renuncia, ojete y méndigamente me la pidieron, y aunque yo ya no quería trabajar ahí, mi narcisismo y mi soberbia me daban la "seguridad" de encontrar un trabajo con sólo tronar mis dedos.

¡JAJAJJAAJAJ! Aún escucho al destinovidaDios, reírse de mí.

Me quedé desempleada un año completo. Del 28 de abril de 2003 al 28 de abril de 2004, fecha en la que entré nuevamente a la vida laboral.

Mi historia no es ni la mitad de dolorosa y difícil de la que pasa por la vida de millones de mexicanos, suecos, chilenos, guatemaltecos, japoneses e hindúes (me supongo); pero sí me puedo jactar de haber aprendido una gran lección y de ir a la vida con mayor humildad y madurez.

En el lapso en que no tuve trabajo, una persona con la que tomé un taller de autoestima me hizo ver que uno debía ocupar sus talentos. Él me decía con su café con chupe en mano que, estaba bien tener una papelería pero que no desperdiciara mis habilidades. Fue así como desarrollé mi estrategia. Eso a lo que le apuestas tu tiempo y tu esfuerzo porque lana no tienes. Y nació una idea que tuvo forma y estructura y hoy vuelve a despegar, nadamás que con otro objetivo.

En ese entonces, puse mi cerebro a trabajar y logré desarrollar un taller en el que la gente aprendía a conocerse un poco para reconocer sus habilidades y capacidades; enseñé técnicas para que el golpe al alma no se hiciera añicos, con el fin de ir con más entereza y energía a buscar un trabajo. La idea se convirtió en una acción y esa acción tuvo sus pininos...

Esta entrada en este nuevo blog sí ha sido creado para que la gente lo lea (los que me conocen saben que he hecho tres blogs más, uno de ellos enteramente hecho como una bitácora personal) y al ser puesto en la red, pueda facilitarle a quien se quedó sin trabajo o lleva meses (o años) buscando, posibilidades diferentes a las que su entorno le ha permitido o bien, renovarlas y vivirlas de manera más creativa. Incluso, lo pienso ahora, un espacio para quienes tenemos trabajo y a veces nos llenamos de desesperanza o de miedos. Es decir, es para quienes estamos en los dos lados de la moneda. Eso sí, cuando uno sabe lo que es pasar por un "hasta aquí", sabe que no nadamás se queda uno sin dinero, también se queda uno sin fe, sin esperanza, sin ánimos, sin ganas de tener sexo (eso cuando uno es afortunado y no se queda también sin pareja), sin fantasía, sin nada más pesado que levantarse, bañarse y "salir a buscar empleo"... Aunque esto también le pase a quien lo tiene.

Considero que los blogs los hacemos gente común y corriente, que conoce un poco más de cerca o, al menos, no tan rebuscadamente, sobre temas y problemáticas que nos han aquejado alguna vez. Uno nunca está exento, en este caso, de un desempleo. Y no se trata de "estar preparados" (¿ quién de ustedes sabe qué hacer en un terremoto o, sin ir más lejos, qué hacer si la comida se sala o te sale una perrilla en el ojo?) sino de vivirse en la posibilidad de que nos puede pasar a todos y que, como siempre digo, lo mejor es que nos agarre informados.

Hablaremos de todo lo que concierne a lo que pasa en la búsqueda de un empleo, con la pérdida de éste, con los encuentros y desencuentros de quienes lo mantienen, el precio que se paga por tener o no tener, por la experiencia grata e ingrata que trae consigo; en lo que a otros les ha pasado, en lo que nos aqueja, en lo que nos puede ayudar y en lo que nos puede sonar a tip, a noticia, a posibilidad...

Hay temas en mi mente. Se vale opinar y se vale proponer algunos. Sino lo sé, lo investigo. Jejeje.

Me y les doy la bienvenida a este blog en el que como su título lo dice, se trata de saber que un trabajo no es la vida, es tan solo vanidad.