EL STRESS LABORAL

miércoles, 4 de febrero de 2009 | Etiquetas: | |


Hablamos de crisis y se nos ponen los pelos de punta.


Leí esto en el periódico El Universal:



Viven bajo el terror laboral
Hablar con la familia, relajarse y ser más productivos, recomiendan especialistas

Dalia de Paz
El Universal
Lunes 19 de enero de 2009
dalia.depaz@eluniversal.com.mx



“En mi trabajo constantemente me hablan de los miles de recortes que habrán este año, y lo único que han provocado en mí y en los compañeros es que la productividad se venga abajo. No duermo, no dejo de pensar en lo que va a pasar; tengo miedo, pánico, terror por lo que vendrá después. No sé cómo voy a mantener a mi familia porque ya tengo 35 años y no es tan fácil encontrar un trabajo”.

Lo anterior es una declaración de Alejandro Salgado, empleado del sector refresquero, quien asegura que la angustia por no saber si será despedido está acabando con las ganas y el amor a su empleo.

La ola de despidos que se ha desencadenado en el país y los rumores de que habrá más han provocado que los empleados dejen de ser más productivos por temor al recorte.

Hugo Ítalo Morales, presidente de la Comisión Laboral de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), dijo que “hay un temor absoluto de los empresarios, trabajadores y el propio gobierno, porque nos encontramos en una doble situación: el discurso optimista del gobierno federal y la situación real, que no es nada optimista”.

Agregó: “Más que desánimo veo angustia; todo mundo está tomando las cosas con mucha delicadeza, porque si supuestamente estamos tan bien, ¿por qué la bolsa baja o el dólar sube, o por qué hay tantos recortes?”.

Según Miguel Ángel Ramírez, sicólogo de Hipnoterapia Breve, “cuando caemos en un estado de angustia y ansiedad provocado por pensamientos e imágenes de pérdida económica nos empieza a apanicar, y la mente es tan intensa que es importante no ponerle atención a estos pensamientos, porque comienza uno a tomar decisiones muy apresuradas no basadas en la realidad”, dijo.

Mencionó que el mejor remedio es reunirse con la familia o con los que vivan en la casa e informarles que habrá recortes en gastos, y al mismo tiempo, pedir que se ajusten a un presupuesto mensual.

También recomendó tratar de tranquilizarse y tomar algún tipo de terapia, o en caso de no contar con capital, realizar yoga, meditación, relajación, darse tiempo y no tomar decisiones apresuradas.

“Estoy atravesando por una mala etapa desde que me avisaron que en febrero quizá me quedaría sin chamba, ahora voy a trabajar con miedo a que hoy mismo me den las gracias y entre en depresión; no estoy cómoda, hasta mi jefe está de malas y en la oficina estamos estresados, definitivamente mi vida cambió de un momento a otro”, platicó Rosalinda López, empleada del sector textil.

De acuerdo con Enrique Aguilar Borrego, presidente del Congreso del Trabajo (CT), existe un ambiente de preocupación; sin embargo, aconseja ser más productivo y cuidar del trabajo.

Por su parte, Luis Manuel Guaida Escontría, socio director de la firma de abogados Guaida y Asociados y presidente del Comité de Capital Humano y Asuntos Laborales, de American Chamber of Commerce of Mexico, señaló que la productividad en estas circunstancias es casi obligatoria, y deberá ser el “mantra” de este nuevo ciclo de crisis.



Y la angustia de los días actuales nadamás se cura accionando, moviéndose de lugar aunque sea para darse unos minutos y volver a la batalla.

Me acuerdo que estando harta del trabajo que tenía, decidí inscribirme en un curso sobre búsqueda de empleo. Lo daba un ex-ejecutivo de un banco, al cual habían corrido y había escrito un libro sobre estos menesteres después de vivir la experiencia del desempleo.



Junto conmigo estaban varias personas, todas ellas profesionistas y con ganas de cambiar de empleo por diversas razones. Nos dieron algunas técnicas y el libro del autor; y... nadamás.


Eso, sino mal recuerdo, fue en diciembre y en abril del año siguiente, me pidieron mi renuncia... Yo no había abierto la carpeta hasta que habían pasado tres meses de quedarme sin trabajo y yo no hallaba para dónde hacerme. Ya no sentía lo duro, sino lo tupido.


Y esto viene a colación porque la angustia es una sensación que va de menos a más, dependiendo del manejo que tengamos y de las circunstancias que podamos controlar. Uno no hace nada mientras está angustiado, porque, precisamente lo que está haciendo es sentirse angustiado. Y tampoco vamos a movernos a nuevos terrenos hasta que la amenaza nos toca más allá de los pies.


Uno puede prevenir, ciertamente, una situación. Hacer un plan A, B y hasta C. Sin embargo, en mi experiencia, nadie hace nada hasta que ya no puede con la situación. Esto significa que pocas personas se mueven antes de que pasen las cosas, los demás, navegamos entre el conformismo, el ya vendrán tiempos mejores, despotricar porque el otro tiene la culpa o el ya ni modo.

¿Por qué no lo hacemos si sabemos que puede pasar? Precisamente por eso, porque sabemos que sólo y sólo si pasa, lo haremos. Sino, cómo pa´qué???

Y de eso se trata la angustia, de nublar visión y acción para seguir en la misma confusión. Yo digo que entonces nos movemos como "osos tetetos", de un lado a otro sin saber si vamos o nos regresamos. Y a todos nos ha pasado.

Entonces, si alguien aquí pasa por momentos de tensión por algún asunto laboral, hay que aprender a calzar unos zapatos distintos o, al menos, quitarse los que trae en ese momento, para probar a qué sabe el piso...

Por ello, creo justo que debamos escribir qué hacer con la angustia, algo o mucho habremos de aprender:


  1. VIVIRLA, SABOREARLA...Se vale echarse adentro un clavado de no saber qué hacer...


  2. SENTIR... Que no hay camino, que nadie nos quiere ayudar, que nos está yendo de la requetechingada.

  3. LLORAR.. Ojalá que haya un hombro dispuesto sólo a escuchar...Aquí podemos querer correr o gritar o estrangular a alguien... lo último tiene consecuencias mayores si los cachan, así que ahí saben si quieren más angustia...

.... Pasa la ola con mayor cantidad de angustia.... y ora???



REFLEXIONAR... Todos tenemos momentos para ello: el baño, el metro, el auto, la cama... Se trata de reflexionar acerca de qué es lo que angustia y no se necesita ser psicólogo para descubrirlo.... Sólo hay que decir (para nosotros mismos y si gustan, hasta en voz bajita) de botepronto lo que hay ahí... Una técnica es decir cosas simples, como lo que vas viendo a tu alrededor: pared, timbre, puerta, carro, me lleva la chingada con mi $%&//( jefe, señora, reloj, teléfono, me emp... no tener empleo, etc)


Y, ahora sí, con un poco más de espacio en la mente para estructurar qué hacer cuando la ola venga de nuevo, ahí les van algunos consejillos:



HAY QUE EMPEZAR POR CREAR UN HÁBITO. De identificar las cosas que te mueven para la angustia. No es nada fácil pero mientras uno no quiera ver el fondo, se seguirá ahogando en la orillita. La famosa lista de lo que te gusta y no es un rollo pero sírve, que si sirve! HACER la lista e ir nutriéndola, le permiten a uno "ver" qué es lo que está ahí y no nos pasa y nos angustia ( un mal jefe, un empleo mal pagado...) Siendo razonable, no desaparecerá pero cuando uno logra darse cuenta que está ahí, ya podremos saber qué hacer con eso, con aquello o aquél...


MIRAR CON OTROS OJOS. Es decir, cambiar de perspectiva. Hasta cuando uno tiene alguna desaveniencia con ela pareja y después del reclamo, uno, ya con un poquito de aire frío en la cabeza, sabe qué no fue para tanto o que no valía la pena... Luego uno dice sobre sucesos que ya pasaron: ‘bueno, ahora tal vez me ría, pero en ese momento no fue nada divertido’. Mientras uno está angustiado, todo se ve más grande de lo que es e, incluso, los dolores de cabeza, de estómago o la espalda; lo pueden resentir de más...


TENER ESTRUCTURA DE DEMORA. Esta frase técnica usada por psicólogos, se la debo mi pareja y tiene toda la razón. Uno se angustia y parece que nos corretean, por ello hay que aprender a reconocer que uno no puede cambiar las cosas, pero sí la actitud ante ellas. Cuando sientan que la angustia los empieza a consumir (y que pueden identificar por cuestiones físicas, que usualmente se presentan, tales como un dolor de cabeza, tics en los ojos, rigidez del cuello, manos temblorosas, dolor en el estómago, taquicardias...) Hay que detener nuestro carro y obligarnos a parar. Tomar un descanso genera que podamos respirar y movernos para pensar de manera diferente. Sobretodo, hay que establecer objetivos realistas y alcanzables. Si no se tiene trabajo, eso es un hecho, pero la angustia puede llevarnos a pensar que nunca lo hemos de encontrar y eso, de forma literal, no es verdad. Quizá no encontremos fácilmente, pero "el que busca, encuentra".

HACER ALGO ADEMÁS DE ANGUSTIARTE. Buscando información, me pude dar cuenta que la gente enterada de estos asuntos recomienda hacer alguna actividad física y los que me lean se preguntarán: ¿¿¿y a qué hora??? Yo también digo lo mismo pero luego pienso: "pues yo me duermo a las diez y me levanto a las seis, podría, SI QUIERO, levantarme a las cinco...". Aquí hay que decidir qué nos gustaría hacer pa darle vida al cuerpo... no, no se trata de sexo aunque también ayuda a bajar la angustia, sino de hacer un poco de bici ahí en la colonia... caminar unas cuadras...


Sí considero que uno logra lo mismo cuando hace lo mismo de siempre. La angustia puede ocasionar problemas físicos reales que pueden terminar complicando la existencia laboral o la búsqueda exitosa. El demonio, como dicen, está dentro....


Hasta la próxima.

foto de:
http://www.flickr.com/photos/noeltanner/449158762/