COMPAÑEROS DE TRABAJO QUE SON HERMANOS DE VIDA

jueves, 23 de julio de 2009 | Etiquetas: | |


Para mi amigo y compañero de trabajo Rafa. Por su salud.

Por su recuperación, por su regreso al trabajo y por su incorporación de nueva cuenta a su vida.


Hoy por hoy los trabajos son odiados o amados.

Sino lo tenemos y ya ha pasado mucho tiempo sin él, nos parece maravilloso cualquiera. Si escuchamos a alguien quejarse, nos dan ganas de torcerle el cuello y gritarle que no sabe valorar lo que tiene.

Y si lo tenemos, le buscamos defectos a más no poder. Que si el jefe, que si el sueldo, que si lo lejano, que si mi compañero, que si lo lejano; y un largo etcétera.

Al final, las necesidades de cada ser humano son diferentes y mientras que para unos es importante el sueldo y el incremento de éste; para otros es vital que se dé un desarrollo que le permita un capital de conocimientos y experiencia más elevado.


Sin embargo, esta entrada tiene más que ver con los motivos de vida que también nos genera un trabajo. En primera, quien lo pierde, siente que ha perdido algo muy valioso, algo difícil de recuperar aunque se haya pasado despotricando de él durante los últimos meses. Un ex compañero de trabajo lo cambiaron de puesto, dándole una gerencia en la que, considero, podía haber sacado muchas ventajas, pero él sintió que le habían quitado "su gerencia" y se dedicó a navegar todo un año. Advertencias, regaños, llamadas de atención; no bastaron y al final, lo despidieron. Le dieron chance de recoger sus cosas dos días y esos dos días se dedicó a llorar por los pasillos y a pedir que lo perdonarán, que ahora sí le iba a echar ganas. Obvio, no se lo concedieron.


¿Qué nos hace valioso un trabajo? ¿Por qué vamos en su búsqueda?

No sólo se obtiene un sueldo para comprar cosas, también se adquiere madurez y la suficiencia para ser independientes o para mantener una familia.

Nos permite un espacio y un lugar donde ser. Ser más egoísta, más condescendiente, más dejado.. ¡qué se yo! O menos. Ahí está el caso de Gutierritos.

En un trabajo también se encuentra uno experiencias que lo achican o lo agrandan a uno. Y puede ser que sea nuestro espacio de revancha o de consuelo. Ahí también podemos tener la posibilidad de elevar el espíritu y de lograr el reconocimiento que muchos andamos buscando.

Uno encuentra la oportunidad de machacar la vida de alguien más porque a nosotros nos la machacaron en nuestra casa. ¡Ah, cómo recordé a una jefa!


Y por último, sobre estas condiciones, una, y que me hace escribir esta entrada, es el encuentro con lo que yo llamo hermanos de vida.


Los compañeros que, al paso de experiencias y tiempo, se convierten en amigos. Se saltan las trincheras laborales y poco a poco van ocupando un espacio reservado a los hermanos. Como un día escuché por ahí: "los amigos son los hermanos que uno elige". Y en el trabajo no podían faltar.


Hay algunos que son sólo compañeros y cuates, de esos que te invitan las cervezas o el antro el viernes por la noche. Los que van a las fiestas contigo y los que hablan mal del jefe contigo.


Los que pasa el tiempo y vas armando vida junto con ellos. Vas adentrando en sus ideas y en sus planes. Compartes tiempo y sueños así como desazones y frustraciones. El tiempo que se pasa con ellos es, a veces, mayor al que pasas con tu pareja (¡que bueno!, porque sino, que buenos agarrones nos daríamos) y con quiénes ubicas tu vida de otra manera. Dónde hay conflicto y hay solución. Y dónde vas depositando también tus afectos.


Una parte importante de la búsqueda de trabajo es también encontrarse con el otro. Aquél que también piense como uno y lo comparta. O que encuentre en uno el espejo de posibilidades. Y no hablo de enamoramiento ni de relaciones amorosas... Ese es tema de otra entrada del Blog del trabajo... La búsqueda también es porque necesitamos de los compañeros para ubicarnos socialmente. Somos porque pertenecemos a un grupo y no se diga al grupo del trabajo!


Quiénes estamos en un trabajo ya por un buen rato, sabemos que también a éste pertenecemos. Aquí está "nuestro" lugar y "nuestra" computadora. No se diga de "nuestros" amigos.

Habrá quién diga que al trabajo no va a encontrar amigos y posiblemente tenga razón, pero de que se busca un espacio donde pertenecer, también obliga a pertenecer a otros seres humanos aunque ni los buenos días nos digamos.


Sino, veánse o acuérdense de sus experiencias laborales. Les aseguro que más de uno conserva a un buen amigo de alguna de ellas.


Para quiénes van en búsqueda de su primer trabajo o para quienes van empezando, la vida laboral también se vive a través de la gente con la que compartimos. Posiblemente sino somos populares en otro lado, tampoco lo seremos en el trabajo, pero de que en algún lado cabemos con toda nuestra personalidad, cabemos.


Yo tengo la fortuna de haber encontrado a mis mejores amigos en los trabajos dónde he laborado. Gracias a ellos también soy la mujer que soy. Tengo a mi amigo el gurú, al buen escuchador, a quién me aguanta y quién me regaña. Ellos son parte también de mi experiencia laboral.


Hoy escribo este post dedicado a un muy querido amigo. Él está en el hospital y a través de este escrito quiero enviarle un mensaje a su mente mientras lo escribo en esta máquina:


Viejo:
Tus señales de los últimos días son una gran esperanza y una posibilidad real.

Sé que la lucha es muy difícil y hasta cruel, pero sé que de peores hemos y habremos de salir. Ojalá que pronto pueda yo escucharte de nuevo y saber que entrarás de nuevo por esta puerta y nos iremos por el café y por el pan de dulce.

Que juntos alcanzaremos los retos que nos propusimos y que la vida nos permitirá seguir compartiendo más experiencias.

Que a tu vida le haces falta y que a tus sueños aún necesitas acompañarlos por un muy buen rato.

Regresa a la vida, mi querido amigo. Una vida requetechula, la que empezabas a gozar, es la que te espera.

Respira nuevos aires, mi querido viejillo y dale vuelo a tus días de nuevo.

Te quiere.

La escritora de este blog


Para quiénes tienen amigos de vida en sus trabajos o van en búsqueda de ellos a través de la búsqueda de trabajo, acuérdense de valorarlos mientras se tienen.


Hasta la próxima.


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