LA SALUD EMOCIONAL Y EL TRABAJO

martes, 14 de julio de 2009 | Etiquetas: | |


Soy una creyente del bien ser para el bien estar. Hoy no es uno de esos días.

Cargo con una semanas de trabajo bastante pesadas, con mi compañero de oficina en el hospital y con mi jefe de vacaciones (esto no es malo, al contrario; pero no soy yo quién firma los cheques).


Me he sentido desgastada y angustiada, además de sentir que mis miedos intentan vencerme al segundo round. Por qué, teniendo un trabajo estable, ¿no me siento bien? ¿Qué está pasando por aquí?


El "tener" un trabajo, incluso siendo uno mismo su patrón, equivale a un gran esfuerzo mental, físico y emocional. A veces atendemos el físico cuando nos enfermamos, las menos el mental y nulamente, el emocional.


"Aprovechar nuestros defectos y nuestros errores", de Marsha Sinetar; capítulo incluido en el libro"Encuentro con la sombra. El poder del lado oscuro de la naturaleza humana", una compilación a cargo de C. Zweig y J. Abrams, menciona que el lado oscuro de nuestra personalidad en un trabajo, es menospreciada enormemente, en bien de ser parte del equipo, buscando siempre la aceptación de nuestros jefes; así como limitante de nuestra creatividad; lo cual, sin duda, deja a muchos agotado.


La autora hace las siguientes preguntas:


¿Has tratado de eliminar a la fuerza ciertos hábitos de trabajo para adaptarte y parecerte a los demás?

¿Existen rasgos personales contra los que trataste de luchar... porque pensabas que eran negativos?

¿Has renunciado a alguna meta en algún área "superflua" de tu vida porque alguien te haya dicho que no merece la pena?

¿Existe alguna actividad "de mucho tiempo libre" (como dormir, ver la televisión, escuchar música, fantasear, etcetera) que renueve tu energía pero que consideres que no debes hacer?


Y de nuestras respuestas, deviene el camino a seguir.


Cuando no tenemos trabajo, nos autogeneramos un clima de inseguridad tremendo porque nos concentramos en la posibilidad de no conseguir empleo. Nos "gana" la angustia e intentamos llenar todos los tiempos libres con alguna tarea que, a ojos de los otros, nos ponga en la situación de "¡mírala (o), hasta cuando lava el auto se nota que busca trabajo!". No nos pueden ver sentados leyendo la sección de espectáculos o yendo a comprar un helado porque nos castiga "el otro" y también nosotros mismos.


Poco disfrutamos en este tiempo que, aparte de todo, se nos hace eterno. Nos distraemos del objetivo como si la liebre fuera a escapar y fuera la única.


Y algo similar sucede con quiénes tenemos trabajo. Nos llena de angustia el quedarnos sin trabajo, que nos corran, que nos pongan a un mal jefe, que hablen mal de nosotros; etc. Y aislamos y demeritamos la oportunidad de poder accionar simplemente en el hecho de ver la tele, leer un libro, pasear por la línea 2 del metróbus (o la 1, da lo mismo). El asunto está en SIEMPRE ESTAR HACIENDO ALGO y sí es para los demás, más válido. Como dicen por ahí, y ¡no andar perdiendo el tiempo en tonterías!


Poco tiempo dedicamos a la nada... Así es, a la nada que nos da leer el periódico, hojear una revista, pasear por las calles de nuestra colonia... darse un bañito de pies, un automasaje, ir por la leche a otra tienda que no sea la de la esquina...


La autora que les comento, dice: " Si caemos en cuenta que nuestros hábitos, nuestra ensoñaciones, nuestras fantasías, nuestros valores y todas las dualidades de nuestra personalidad constituyen expresiones de la vida, podemos aprovecharlas para expresar nuestra totalidad creativa. Y no son sólo nuestras palabras, nuestros actos y nuestras relaciones las que expresan nuestra individualidad sino la totalidad de lo que somos. Es por ello que las facetas contradictorias de nuestra personalidad pueden aportar un nuevo matiz, una nueva faceta o un nuevo impulso al proceso de individuación y afirmación creativa de toda nuestra vida".


Buscamos siempre hacer algo para y muchas veces, nos encontramos con resultados adversos a ese objetivo. Y no hacemos caso de lo que nos puede dejar ese resultado para otros objetivos.


Hay que hacer caso a nuestra parte de luz y también donde se encuentra la oscuridad. Precisamente es este lado el que nos hace comprender más nuestro errar en el camino y nuestra manera de componerlo. No nos asustemos con ello, mejor empecemos a entender que estamos compuestos de ambos.


Hoy quería escribir algo que me ayudara a sentirme mejor con la angustia... Tenía que escribir para escribirme. Y ayudarme de música de relajación que baje de la página http://www.merelajo.com/, además de buscar información que ayude a sentirme mejor, con mi cuerpo, con mi espíritu y con mi mente, como la siguiente:


La ansiedad es un estado físico en donde los músculos de nuestro cuerpo están tensos, la relajación provoca la distensión de los músculos y evita que se presente la ansiedad. Usted puede aprender a relajarse y ocupar este ejercicio cada vez que sienta con ansiedad, bajo tensión, irritable, deprimido o con dolor de cabeza.

El ejercicio consiste en tensar un grupo de músculos, luego relajarlos y después tensar el grupo de músculos opuestos, enseguida se pasa a otro grupo de músculos.
Se tensan los músculos todo lo posible durante aproximadamente 10 segundos, enseguida se relajan 10 segundos y se dice uno mismo la palabra calma.
La tensión se debe dar durante la aspiración y la relajación durante la espiración
Realice el ejercicio sentado en una silla de tamaño normal
La serie de ejercicios es la siguiente:
Manos: Se cierran los puños apretándolos fuertemente, se relajan. Se extienden fuertemente los dedos, se relajan.
Brazos: Se doblan hacia sí mismo, se relajan. Se tensan estirándolos hacia delante ( la mano también) se relajan.
Hombros: Jale los hombros hacia atrás, relájelos. Ahora empújelos hacia delante, relájelos
Cuello: Con los hombros erguidos gire la cabeza lentamente hacia la derecha hasta una posición extrema, relájese. Gire ahora la cabeza hacia la izquierda, relájese.
Cuello: Lleve su cabeza hacia delante hasta que la barbilla toque el pecho, relaje. No lo haga hacia atrás.
Boca: Abra la boca tanto como le sea posible, relaje. Ciérrela boca presionando y haciendo una “O”, relaje.
Lengua: Con la boca abierta extiéndala todo lo posible, relaje ( deje que tenga una posición cómoda en la boca) . Ahora jale la lengua hacia atrás, relaje.
Lengua: Empuje la lengua al paladar fuertemente, relaje. Presione la lengua contra la parte inferior, relaje.
Ojos: Abra los ojos tanto como sea posible, relaje. Cierre los ojos fuertemente, relaje. Dedique atención especial al relajarlos, asegúrese que realmente haya relajación
Respiración: Aspire profundamente, muy profundamente, respire normalmente. Exhale hasta los pulmones se vacíen 5 o 7 segundos ( 10 segundos si es posible), relaje.
Espalda: Con los hombros contra la silla impulse el tronco hacia delante a fin de formar un arco, relaje. No lo haga si existe alguna lesión o algún riesgo de este tipo. Al realizarlo hágalo lentamente y sea muy cuidadoso, si experimenta dolor relaje inmediatamente.
Parte media: Eleve ligeramente esta parte tensando los músculos de los glúteos, relaje. Baje ligeramente esta parte hundiendo los glúteos en el asiento de la silla.
Piernas: Extiéndalas, levántelas a 15 cm. del suelo ( la tensión en el estómago debe ser mínima), relaje. Hunda los talones en el piso, relaje.
Pantorrillas y pies. Con las piernas apoyadas doble los pies haciendo que los dedos apunten a la cabeza, relaje. Con las piernas apoyadas doble los pies en dirección opuesta, relaje. Si aparecen calambres y agite los músculos.
Estómago: Realícelo después de tensar las piernas. Suma el estómago fuertemente, relaje asegúrese de que su estómago quede completamente relajado. Comprima el estómago como si fuera a recibir un golpe, relaje.
Dedos de los pies: Presione los pies contra la suela de los zapatos, relaje. Doble los dedos hacia la parte inferior, siempre con las piernas apoyadas, relaje.

Una vez terminado el ciclo permanezca relajado durante algunos minutos, imagine escenas agradables y repita la palabra: “Calma”.
Antes del ejercicio deje que todo su cuerpo se afloje y deje caer las manos sobre las piernas.
Si tiene alguna limitación especial no es necesario que realice todos los ciclos de tensión-relajación. NO SE ARRIESGUE.
En la medida que practique adquirirá mas experiencia y tal vez ya no necesite tensar todos los músculos.


Fuente: http://www.conductitlan.net/relajacion.htm

Bibliografía : Terapia de la Conducta. Rimm, D. Y Masters, J. México: Editorial Trillas. 1990.


Hay que empezar por uno, para estar bien. ¿No creen?


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