El trabajo de un trabajo

Tengo una sobrina que está a punto de concluir su bachillerato. Después de buenos ratos de cavilación, ha decidido tomarse un año sabático, en el que estudiará inglés, seguirá en el gimnasio y conseguirá un trabajo. La idea en general me parece buena aunque yo haría hincapié en el tema de esta entrada que es el trabajo-escuela al mismo tiempo.

¿Por qué? La situación actual exige a los estudiantes experiencia laboral y, como los médicos en su internado, considero que debía ser obligatorio para todos el trabajar (ya no pido que sea en un área vinculada a su carrera). Laborar te da una idea mucho más clara de dónde estás parado y hacia donde vas. Te da estructura y te da madurez.

No sólo hablo de responsabilizarte de una función, de un horario; te enseña, con cocolazos y todo, a lidiar con personas de todo tipo. A valorar el dinero que se gana y a saber a qué sabe la vida.


Respeto y hasta envidio en ocasiones, a aquellos que ya tienen resuelta el presente y el futuro o a quién apuesta por un matrimonio para "saltarse" la aventura laboral, pero es un hecho que hay que tener mayores recursos y capacidad para enfrentarse a este mundo competitivo.


Mucha gente se queja de no tener trabajo. Quizá no haya trabajos en las áreas en que uno busca, sobretodo, para la gente que pudo accesar a una carrera universitaria. A colación viene el siguiente artículo:



Conducen al subempleo carreras típicas

El número de estudiantes de Diseño aumentó 93 por ciento de 2000 a 2008

Arturo Rivero

(12 mayo 2009).- En México no sólo hay carreras que conducen a los jóvenes a desarrollar el conocimiento y habilidades, sino también al subempleo.

Muchos de los egresados de licenciaturas como Administración, Contaduría y Finanzas, Ciencias de la Comunicación, Derecho y Diseño Gráfico en lugar de trabajar en sus áreas, han tenido que migrar al subempleo para ocuparse en puestos que no tienen que ver con sus estudios, explicó Laura García, consultora de Manpower México. La razón, la poca oferta para sus carreras.

El crecimiento desmedido de quienes estudian y egresan de licenciaturas tradicionales colapsan las oportunidades laborales, señaló Clemente Vera, director general de Factor Intelectual.

Por ejemplo, según datos del Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el número de estudiantes de Diseño Gráfico en el periodo 2000-2008 se incrementó 93 por ciento.

Lo mismo sucede con el número de egresados, el cual aumentó 48 por ciento en dicho periodo.

En Administración pasa igual.

Los estudiantes de esta carrera, en el periodo citado, se incrementaron 38 por ciento, señalan los datos de la dependencia.

Joel Rendón y Javier Estrada se arrepienten de haber estudiado Administración y Derecho. Los dos egresaron de la universidad hace dos años y ninguno ejerce su profesión.

Explicaron que no hay vacantes que estén enfocadas completamente a lo que estudiaron, por lo que la oferta laboral es muy pobre.

"Yo me dedico a la venta de equipo médico. Laboro para una empresa farmacéutica y llevó ahí un año y medio. Gano en promedio 7 mil pesos al mes.

"Es frustrante porque estudié cuatro años y medio la carrera de Administración en la Universidad Nacional Autónoma de México y nunca pensé que la inversión que hice en tiempo y esfuerzo no sirviera para nada", lamentó Rendón.

Estrada, por su parte, explicó que cursó Derecho en la Unitec. Terminó pero no se pudo vincular al mercado laboral formal. Dijo que intentó ser un emprendedor, pero no pudo soportar la dinámica por la falta de clientes y por el ingreso bajo.

Hoy trabaja en una tienda departamental en el área de sonido.

El Instituto de Investigación Psicológica Clínica y Social detectó, en un análisis vocacional, que de cada 100 egresados, 35 manifiestan arrepentimiento por haber estudiado la carrera que tienen debido a que no encuentran trabajo.

Sin trabajo

Una de las dificultades del mercado laboral es dar empleo a quienes egresan de las universidades.

(Carreras con el peor índice de profesionistas ocupados en actividades afines a sus estudios. Cifras en porcentajes)


1. Ingeniería en transporte, aeronáutica, naval y pilotos 33.03%
2. Turismo 44.13
3. Administración 51.03
4. Ciencias del mar 53.30
5. Mercadotecnia 55.07
6. Economía 56.00
7. Contaduría y Finanzas 67.00
8. Derecho 70.23
9. Diseño Gráfico 72.84
10. Psicología 73.93

Fuente: Observatorio Laboral de la STPS

Pensarán que sino hay trabajo para quién estudió, menos habrá para quién no tuvo esa oportunidad, cuestión de enfoques:

Si uno busca trabajo mientras se estudia, sabe que de una u otra manera, que hay alguien más que soportará nuestra economía mientras conseguimos o que nos puede echar la mano para comer y vestir sino es así. Es un poco empezar a jugar a ser grande y en el inter, conseguir que uno se empiece a vivir así.

Por otro lado, se permite una experiencia laboral que, dicho sea de paso, ayuda en estos tiempos muchísimo. Al principio no importa mucho el lugar o lo que se haga, pero tiene uno tiempo para volverse ducho en estos menesteres e ir buscando mejores oportunidades.

Ayuda a la economía familiar. Cada vez son menos los papás y mucho menos los papás proveedores. Hay más mujeres amas de casa o situación de desempleo de ambos padres. Así que entre más rápido se comience en este esfuerzo, nos veremos con más recursos para movernos en el mundo laboral.

Ahorrar es una posibilidad y también el que uno pueda comprarse algo que quiera. No hay nada como poderse comprar sus cosas.

Las empresas piden lo que yo llamo "masita" para convertirla en lo que ellos quieran. Entrar a alguna empresa puede dar satisfacciones como dolores de cabeza, por ello, se pueden considerar posibilidades como las de ser independiente o formar su propio negocio. Y quizá, no tener que esperarse hasta que los corran y se queden sin chamba.

Considero que hay mucho más beneficios en trabajar y estudiar, como mayores sacrificios. Al final la recompensa es también mucho más grande y les puede ahorrar algunos años para colocarse de manera adecuada.

Si tienen la fortuna de contar con papás que los apoyen económicamente, piensen en su independencia emocional. Deja de pedir, también ayuda a crecer.

Yo hoy lo veo a la distancia y al espejo, porque a mi me mantuvieron durante la carrera y hasta el penúltimo semestre. Y aunque siempre he tenido el apoyo de mi familia en momentos difíciles laboralmente hablando, no cambio en nada mis nada despreciables 13 años de experiencia laboral, restando el año de titulación y uno más de desempleo.

Hasta la próxima.