REDES Y CONTACTOS. Nada garantizan
jueves, 25 de junio de 2009 | Etiquetas: BASTONES EN LAS PERSONAS | |Muchas veces hemos escuchado que unas "buenas" relaciones te darán la posibilidad de un mejor trabajo. Incluso, una vez tomé un curso para "conseguir trabajo" y las redes o contactos eran el principal elemento de dicho curso.
Sin embargo, considero que hay que diferenciar entre redes de contactos y relaciones amistosas, amorosas o familiares que te ayudan a obtener un empleo.
Sin embargo, considero que hay que diferenciar entre redes de contactos y relaciones amistosas, amorosas o familiares que te ayudan a obtener un empleo.
Las primeras, son aquellas que se establecen entre gente que te conoce y que a su vez, envía tu CV o te consigue una entrevista con gente que no te conoce directamente. Una cadena, podríamos llamarle, pero dónde existe el compromiso de ayudarte aunque sea reenviando tu resumen de vida al área de recursos humanos.
Así es, acertaron. No siempre funciona.
¿Por qué? Porque no todos nos comprometemos con la necesidad ajena, pero, ¿qué tal cuándo somos nosotros los que nos quedamos sin chamba? ¡Ahí andamos rogando para que mi super amigo que trabaja en La Compañía haga llegar el currículum a su jefe, que es el mero-mero!
Aquí se trata de mantener un contacto con todas esas personas agradeciendo o en constante comunicación para darle seguimiento a esas entregas de currículum o las posibilidades de una oportunidad.
Las redes de contacto deben manejarse con mucho cuidado y más en estos tiempos en que la desconfianza se ha vuelto un asunto de la vida cotidiana. Entre más desconfiado te vuelves, más seguro crees que estás.
Por otro lado están las relaciones personales. Aquellas que cada uno va construyendo a lo largo de su vida. Las hay de muchos miembros o de unos pocos, pero bien contados; dirían por ahí.
La solidaridad en este rubro se da una manera más significativa y también es mucho más frecuente que la ayuda llegue sin siquiera pedirlo. Sin embargo, sí se requiere que la otra persona esté en una posición en la que realmente te pueda ayudar. Ya sea por el puesto que tiene, por sus propias relaciones; por la cercanía con los de recursos humanos; etc.
En este caso, es, incluso el grado de amistad o familiaridad, el que empuja a tener más o menos ayuda. Aunque, a veces, la ayuda viene de quién menos te lo imaginas.
¿Qué sugerimos?
Cuando se anda en búsqueda de trabajo o de un mejor trabajo, considero que lo primordial es usar las alternativas que uno considera puede manejar mejor.
En el caso de las redes de contactos, lo más difícil es agradecer a quiénes reenvian nuestro currículum o a los que nos ayudan a conseguir una entrevista. Esto es básico para generar ayuda y para que uno realmente valore los dos minutos que hay en reenviar un correo o en pasarle nuestros datos al área de recursos humanos con una breve reseña de quiénes somos y la consideración que puedan tener con él.
El apoyo familiar o amistoso, es tan fácil como complicado. Uno tiene una carga emocional con esas personas y a veces se confunde la ayuda con la obligación, así como el que se tenga una percepción de nosotros muuuyyyy lejos de la que nosotros tenemos.
Hay que saber ser agradecido pero también escrupuloso con quién le pide ayuda uno. No es lo mismo el primo de mi cuñado, que mi hermana o tío. Equivale a hacer un diagnóstico serio de quién sí podrá ayudarme, quién tiene realmente esa posibilidad y no andar solicitándo a diestra y siniestra ese apoyo.
Eso sí, la ayuda que no se dé uno mismo, nadie la habrá de dar.
Les contaré una anécdota:
Hace tiempo me llegó un correo electrónico mientras estaba haciendo mi despensa. No reconocí el número y no respondí el mensaje que decía algo así como "hola, cómo te ha ido?", sin mayores datos.
Pasaron unos días y me volvió a llegar un mensaje similar al que tampoco respondí. Unas semanas más tarde, me llamó la prima de una amiga mía a la que no veía hace mucho tiempo y a la que, habrá de disculparme, no considero cercana a mí; para decirme que le habían dicho que "yo conseguía trabajo". Nada más lejos de la realidad. Le comenté que ayudaba en la elaboración de CVs y que tenía un poco de experiencia en cursos para el manejo emocional de la búsqueda y encuentro de un trabajo, pero hasta ahí.
Ella me dijo que andaba consiguiendo trabajo de x profesión y que actualmente estaba en un lugar que no le gustaba y, error, se puso a decirme todo lo que no le gustaba, que no se llevaba bien con casi nadie y demás. La impresión que me dio es de alguien con muy poco tacto hacia a quién le estaba pidiendo ayuda laboral.
Le dije que podía enviarme su CV y que, si yo sabía de alguna vacante, con gusto lo reenviaba y ya la empresa se pondría en contacto por si llenaba el perfil.
Unos meses después me llamó con demasiada confianza preguntándome por mi vida personal de una forma incómoda para mi. Al no comentar nada al respecto y preguntarle en qué podía yo servirle, me dijo que "¿qué onda con el trabajo?". "¿Cómo?", respondí yo. "Sí, no has sabido de ningún trabajo o ahí dónde estás tú no necesitarán de alguien?". Posiblemente no sea mi estilo, pero no me gustó la forma tan directa de preguntarme acerca de una oportunidad.
Para finalizar, hace tiempo, me llegó un correo de una buena amiga mía que, a su vez, reenviaba un correo de un contacto que requería, precisamente a alguien de la profesión de la persona que les comento. Lo que hice fue reenviar el correo a ella y a un amigo de la misma área y comentarles que si llenaban el perfil se pusieran en contacto directo con la persona, tal como indicaba su correo. Mi amigo se comunícó ese mismo día y al no llenar sus expectativas económicas, me respondió que agradecía el aviso pero no cubría lo que él necesitaba pero continuaba a la orden para otra oportunidad que me llegara. Ella, me llamó tres meses después preguntándome por si no tenía una oportunidad y le dije que le había enviado un correo con una oportunidad laboral. Me respondió que hacia mucho no entraba a checar su correo y que no lo había visto pero que si sabía de otra, pues me lo agradecería.... sin comentarios.
Conseguir un trabajo a través de redes de contacto, amistades o familiares, tiene una doble responsabilidad: con uno mismo y con la otra persona. No es obligación de quién no requiere el empleo pero tiene la posibilidad de mostrar tu CV o de decirle a su jefe que te dé un chance, el estar avisando de posibles oportunidades. Y por otro lado, uno es responsable de conseguirse a si mismo un empleo.
Cuando uno anda sin chamba, hasta la ayuda moral, esa que te dice que todo va a estar bien, que pronto vas a conseguir o que te permite desahogar tu frustración de vez en cuando; de verdad hace un bien tremendo. El alma descansa, el cuerpo se recupera y la mente toma impulso otra vez. Pero si vamos a usar a los demás como bastones o como paredes donde recargarse a cada rato, estamos fritos.
Conseguir un trabajo o uno mejor del que tiene:
¿Equivale a esfuerzo? Sí
¿Equivale a tiempo? Sí
¿Equivale a un trabajo en sí mismo? Sí
Como dicen por ahí, ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre.
Por cierto, no consigo trabajo, doy ideas de cómo hacer esta búsqueda más ligera.
Hasta la próxima y suerte!